-Disculpa Jefe, me has agarrado en mis cinco minutos. ¿Cómo
estás? Respondió rápidamente.
-Jajaja no te preocupes, es solo que desapareciste muy
misteriosamente y estaba intrigado. Respondió su antiguo jefe bonachonamente.
-Créeme también para mi han sido unos días extraños. Le
respondió mientras su mente volaba pensando en ella, su antiguo jefe siguió hablando
pero el ya no estaba escuchando, imaginaba su vida perfecta junto a ella hasta
que fue interrumpido.
-¿Has escuchado lo
que te he dicho? Respondió intrigado su anterior jefe.
-Perdona, no puse atención
a lo último es que voy tarde al trabajo. Menciono con voz cortante.
-Te decía que me temo
que no hay buenas noticias para ti, ha venido la policía a preguntarme por ti,
de hecho están conmigo ahora mismo.
El sueño en el que había
estado viviendo los últimos días se rompió como una pompa de jabón en el aire,
un escalofrió recorrió su cuerpo y pidió ser comunicado con las autoridades.
-Ingeniero, que gusto
poder localizarlo al fin, comenzábamos a pensar que se nos estaba escondiendo
soy el Detective Miranda. De crímenes corporativos. Respondió sarcásticamente su
interlocutor.
-No es el caso
Detective, si supiera que me buscaban con gusto tomaría la llamada. Respondió
algo molesto.
-No conocíamos su situación
laboral actual, me preguntaba si podríamos vernos para platicar acerca del
incidente en la carretera a Coatzacoalcos.
-¡Claro! No sé qué
necesiten pues ya he respondido todo lo que me han pedido, pero estoy dispuesto
a cooperar. Respondió con algo de temor.
-Como le he dicho al
principio de la llamada, investigo crímenes corporativos y estamos interesados
en conocer más acerca del trágico suceso hace unos meses.
-Seguro, me reuniré con
ustedes a la hora de la comida.
Su pasado lo había alcanzado,
no podía huir por más que lo intentara, y ahora temía que ese incidente
destruyera su vida, manejo alterado a su trabajo y llego ya estresado.
-Buen día Ingeniero,
le saludo amablemente la recepcionista. El solo esbozo una ligera sonrisa y corrió
a su oficina, acto seguido cerró la puerta. Necesitaba concentrarse pues esta situación
le estaba comiendo su vida. Cuando de repente la puerta de la oficina se abrió intempestivamente
y alzo su mirada.
-Licenciado Álvarez,
¡Buen día! Respondió con una falsa sonrisa que intentaba esconder sus problemas.
-Ingeniero, si no me
equivoco ya conoció a la licenciada Alberdi. En ese momento todos sus problemas
parecieron esfumarse mientras ella daba los pasos a su oficina, era como si el
sol estuviera emanara de ella, y su sonrisa le introdujera a un maravilloso
mundo de felicidad del que él quería formar parte.
-¡Pppor supuesto!
dijo tartamudeando mientras torpemente se levantaba de su silla para estrechar
su mano.
Mientras lo hacía sintió
la suavidad de su mano y sentía como si el tiempo se detuviera.
-Hola, lamento interrumpirle,
¡Vaya! estrecha la mano con firmeza, eso nos servirá en nuestra reunión de hoy.
Dijo ella.
-¿Perdón? Respondió
sorprendido. Mientras soltaba su mano.
-Ya lo creo, sonrió
el licenciado Álvarez.
- Ingeniero vengo a
informarle que hoy tenemos una comida con un posible cliente y para que vaya familiarizándose
con el trabajo necesito que vaya con la Licenciada Alberdi a esta reunión.
-¡Vaya! Si, sería
maravilloso pero… sucede que hoy tengo una comida para tratar un tema personal
y no creo que me sea tan fácil zafarme de ello. Respondió titubeando.
-Lo entiendo
Ingeniero pero esto es más importante que cualquier tema personal. Respondió algo
molesto el licenciado Álvarez.
-Bueno, supongo que
el Ingeniero podría citarse en el mismo lugar y darle un tiempo adicional para
tratar sus temas, después de todo es su horario de comida. Intercedió ella.
-¡Bien! Me gusta cómo
piensa licenciada Alberdi, vera ingeniero aquí nos gusta resolver los problemas
no enfrascarnos en ellos, pues entonces así será, creo que debería agradecerle
a la licenciada ingeniero ¿No cree?
-Claro, claro, gracias
licenciada, supongo que tengo mucho que aprender. Dijo apenado.
-No se preocupe
Ingeniero, platicaremos de ello mientras vamos a nuestra cita. Respondió amablemente
ella. Acto seguido se retiraron dejándolo solo.
Sin duda las cosas se
habían complicado, porque no quería que ella se enterara de sus problemas y
menos esta clase de situación tan delicada, que amenazaba su futuro y mientras
sus problemas crecían y las horas avanzaban tocaron a la puerta de cristal de
su oficina.
-Buenas tardes
ingeniero, me mando la licenciada Alberdi para preguntarle, si ya está listo. Le
dijo un joven al parecer su asistente.
-Si claro, estaré en
5 minutos con ella.
-Bien ella le espera
en la recepción.
Se dirigió al
sanitario, estaba muy emocionado y con mucho temor, sin buscarlo tenía la
oportunidad de poder convivir con ella y que lo conociera mejor. Se arregló su
corbata y se refresco su rostro para poder estar lo más presentable posible
para ella y se dirigió a su encuentro.
-¡Hola! ¿Listo para
nuestra primera cita? Dijo ella sonriendo.
El solo dijo apenado.
–Si jeje creo que sí. Deseando que en verdad pudiera salir con ella.
Cuando iban al
estacionamiento y ella le informaba a donde irían ella pregunto
-¿Y bien como nos
iremos?
-Bueno supongo que
podemos ir en mi auto. Dijo con pena el.
-Ok dijo ella
jovialmente. Mientras se acercaban a su auto ella le dijo.
-Perdón pero te noto
algo nervioso y serio ¿Todo bien?
Si perdón, Respondió
el, es que estaba en otro lado jeje disculpa dijo mientras se apresuraba para
abrirle la puerta.
Ella se sonrojo y le
dijo:
-Vaya que
caballeroso, ya quedan muy pocos hoy en día. Y el solo sonrió.
Al encender su auto comenzó
a sonar un disco de los Beatles y bajo un poco el volumen. A lo cual ella respondió:
-No, no, súbele me
encantan Los Beatles. Dijo con emoción.
-¿En verdad? Wow que bien creo que nos llevaremos bien
entonces. Respondió con alegría y continuaron su trayecto hablando del grupo, los
artistas y estilos de música que les gustaban. Esto hizo que él se relajara y
conociera un poco más de ella y a estar más cómodo con ella.
Si alguien le hubiera
dicho hace unos meses que estaría en su auto con una hermosa mujer que tenía
sus gustos musicales mientras iban a una comida no lo hubiera creído. Siendo
tan tímido como el, poco creía que estuviera ahora ¡Hablando con una mujer que había
visto en el trasporte público! No había otra cosa que lo hiciera más feliz en
ese momento y es que al estar junto a ella todos sus problemas parecían desaparecer
y la vida parecía más simple y hermosa al mismo tiempo.
Finalmente llegaron a
su destino. Tal y como un atardecer que disfrutas, como esa vacaciones en las
que has sido tan feliz, como esa satisfacción al escuchar tu canción preferida
y como el mejor de los sueños que has tenido y no quieres despertar así es como
él se sentía, deseando que ese momento juntos nunca terminara, pero era hora de
volver a la realidad, y afrontar lo que seguía.
Caminaban rumbo al
restaurante y ella comenzó a explicarle rápidamente los temas que se discutirían
en la reunión y los argumentos que podría utilizar mientras ella mostraba la
manera en que presentaría su trabajo.
Al llegar con la hostess
del elegante restaurante y cuando eran guiados a la mesa reservada sintió como
si algo no estuviera bien. Pensamiento afirmado cuando un rostro familiar surgió
dentro de la multitud del lugar.
Mientras la hostess
los dejaba en su mesa y comenzaban las presentaciones sucedió.
-¡Ingeniero Cameán,
¡Que sorpresa! Dijo el misterioso personaje.
-¿Perdón, ya se conocían?
Comento ella perpleja.
-Claro que si
licenciada, el ingeniero y yo trabajamos juntos hace unos meses en otra fase
del proyecto que deseamos tratar con su compañía.
Dicho personaje era
nada más y nada menos que el licenciado Raúl Mondragón De Leon Vicepresidente
de Link Systems.
Mientras se reponía de
su sorpresa, intento tomar las riendas de la plática, en lugar de preocuparse, debía
demostrarle a ella sus habilidades, sin duda era un gran reto que no esperaba
en ese momento pero debía resolverlo para impresionarla.
-Por supuesto que lo
conozco, este hombre es un gran hombre de negocios y una persona muy amable. Dijo
firmemente.
El licenciado Mondragón
soltó una sonora carcajada mientras todos tomaban asiento.
-Así que, Ingeniero,
nos volvemos a ver, espero que en esta ocasión no tengamos más que buenas
sorpresas, ¿Qué solución ofrece su empresa a Lynk Systems?
Mientras el dio una introducción
general de la empresa, ella comenzó a presentar su proyecto y los puntos que podrían
negociar. El la veía impresionado, no solo era hermosa y con un gran gusto
musical, tenía un lenguaje fluido y muchas ideas revolucionarias, sin duda era
la mejor. Escucho atentamente la plática y empezó a prepararse para las posibles
dudas y objeciones que el Licenciado Mondragón podría presentar e incluso las
repercusiones que tendría por su pasado con ellos.
-Muy bien Ingeniero,
su compañera nos ha puesto a pensar, solo hay una cosa que nos preocupa, no
queremos volver a pasar problemas como los que tuvimos antes con usted ¿Qué garantiza
que todo se llevara a cabo conforme al plan, sin desagradables sorpresas como
nos pasó con usted? Dijo el Licenciado Mondragón mientras arqueaba su ceja y
sus socios lo veían fijamente esperando su respuesta.
La pregunta era
certera y sin duda su lamentable pasado lo seguía a donde quiera que fuera, y tenía
que cerrar ese trato a como diera lugar pues no solo debía que impresionarla a
ella, su trabajo también dependía de ello. Tomo aire y comenzó a explicar.
-Licenciado Mondragón,
usted tiene la ventaja de que ya me conoce, soy una persona responsable y que
verifica que todo sea correcto, tan es así que hablando de nuestro incidente
anterior aunque ya no esté en la compañía estoy trabajando para resolverlo y
buscare soluciones. No me gusta enfrascarme en los problemas, prefiero
resolverlos. El proyecto de la Licenciada Alberdi es sin duda lo que su
producto necesita, y con la ventaja de que yo conozco un poco más de este
producto, podremos desarrollar lo que su compañía merece y más. Si nos da la
oportunidad conocerá a esta empresa y la pasión de su gente. Le pido no los
juzgue por nuestro viejo incidente pues de ser así perderá una oportunidad
inigualable y honestamente dudo que encuentren otra propuesta así y con el
precio tan competitivo que les estamos ofreciendo.
Estaba temblando por
dentro y esperando que aceptaran. El silencio se apodero de los presentes. Hasta
que el Licenciado Mondragón respondió.
-Está usted en lo
cierto ingeniero, nos reuniremos con el consejo la próxima semana y tendrán mi
respuesta pronto. Ahora si nos disculpan tenemos otra reunión y nos retiramos
ya. Un placer escuchar su propuesta licenciada. Buena tarde. Dijo de manera
seca mientras se retiraba con sus socios.
Ella simplemente no entendía
nada de lo que pasaba e intentaba procesar lo que había
pasado en esa comida.
-Perdona que te haya
hecho pasar por esto, honestamente no sabía que las cosas serían de esta
manera. Dijo apenado.
-Bueno, ciertamente
no sabía de tu pasado con este cliente, pero debo decirte que estoy
impresionada por la manera en que has manejado la situación. Dijo ella
seriamente. ¿Cuál es tu historia con ellos?
-Veras yo trabajaba como controlador de tráfico y logística
internacional para Jack´s Andre salve la negociación, y estábamos teniendo
excelentes resultados cuando llego un pedido de alta urgencia el cual era este
producto que entonces solo era un prototipo, mi trabajo era vigilar y rastrear
el paquete desde su consigna hasta su entrega, algo que hacia siempre pero… Su
historia fue interrumpida cuando el Detective Miranda toco su hombro y le
llamo.
-Disculpa ya te contare en otro momento mi compromiso personal que les había
comentado ya llego. Dijo seriamente.
Ella asintió con la cabeza, y se retiró del lugar cada vez más intrigada
por él y la situación que había visto ese día.
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