miércoles, 12 de septiembre de 2012

Capitulo 4 Huida

Regreso a la oficina sin escuchar a nadie, como hipnotizado, estaba convencido de que podía hacer algo por cambiar esta situación aparentemente irreversible, el ajedrez le había enseñado a buscar una solución, aun cuando todo pareciera perdido, pero esta vez no había nada que pudiera hacer. 

Diciembre 11: Preocupada por la salud de la economía estadounidense, la Reserva Federal decidió este martes bajar las tasas de interés en un cuarto de punto porcentual para quedar en el 4,25%. Ésta es la tercera vez que bajan la tasa desde el 18 de septiembre, con la esperanza de evitar que la crisis hipotecaria se contagie a los demás sectores de la economía.

-De nuevo con la junta directiva, la situación se había puesto muy tensa, estas noticias no eran buenas para la compañía y sus accionistas, estaba perdiendo su toque, comentaban a sus espaldas, los rumores empezaban a circular. 

Diciembre 19: El banco de inversión Morgan Stanley reveló pérdidas de US$9.000 millones asociadas a los problemas del mercado inmobiliario estadounidense. Al mismo tiempo, la segunda entidad de inversiones en importancia de EE.UU. anunció la venta de 10% de sus acciones al gobierno chino para conseguir dinero.

-Esto no va a continuar así Martínez, ¡Hasta aquí te escuchamos!, de ahora en adelante todas tus opiniones serán tomadas a revisión. 

-¡Esto es inconcebible, soy un accionista de la compañía, no un simple empleado! 

-Silencio, no quiero escuchar ni una palabra más, la junta directiva voto. Doy por terminada esta sesión de emergencia.

Martínez se quedo en la sala de juntas, cuantas veces llevo la batuta en la juntas de la mesa directiva, la situación no podía continuar así, solo el podía restablecer el orden de la compañía, Era hora de cambiar los papeles.


Fernando necesitamos hablar encuéntrame en el restaurant de “Les Artists” en 30 minutos. Decía el correo que le envío. Habían pasado ya 50 minutos y Fernando no llegaba, Estaba desesperado, cuando al fin llego se le dibujaba una gran sonrisa en su rostro. 


-Sabia que recapacitarías, dijo el. 

-Tardaste un poco mas de un mes pero bien dicen que mas vale tarde que nunca. 

-Escucha no me siento cómodo haciendo esto, pero estoy perdiendo credibilidad con los socios, esto solo será temporal para que haga un contención de los daños y jamás te volveré a ver, por este tipo de porquerías este país se encuentra así.

-Sin embargo son necesarias, de lo contrario no avanzaríamos, sonrió maliciosamente. 

Le explico detalladamente el plan, Martínez no daba crédito a que el se prestara a este tipo de situaciones, durante su carrera reprobó y condeno esas acciones, esto le llevo a donde estaba pero siempre con ataques por no apegarse al “Sistema” ahora el era parte de esta red de corrupción que el odiaba y se odio a si mismo por no haber previsto esto antes.

-En serio Martínez esta compañías fantasma harás que todos crean que llevas el mando del mercado de nuevo, y en menos de lo que crees podrás mejorar. 

El no dijo nada, y regreso a su oficina. Días después como supuestamente mejoro todo en la compañía, lentamente recuperaba el mando, y todos se disculpaban por haber dudado antes de el. Sintió un poco de culpa pero sabía que significaría mucho esta acción que había tomado. 

La noche de navidad estaba muy cerca, la gente y las calles de su hermosa ciudad natal hacían sentir la alegría por todos lados, sin embargo para el todo lo que veía era comercialización, y no se sentía cómodo con ello, sentía que debía haber algo mas importante, que los regalos, adornos y fiestas religiosas, por mucho tiempo creyó que la compañía de sus familiares eran lo que le daba el verdadero sentido a estas fechas, pero comenzó a dudarlo ese año. 

Llego la Nochebuena y todas las presiones laborales y mundiales desaparecieron por algunas horas, la algarabía, la presencia de sus familiares que no vivan en la ciudad, el alcohol, y el baile le hacían sentir feliz, sin embargo no falto en la noche la incomoda pregunta ¿Cómo va el trabajo? Sentía como un escalofrió recorría su espalda cuando alguien se lo preguntaba e invariablemente respondía: Hemos tenido altibajos como todos en estos meses pero son gajes del oficio. 

Se acostó mas temprano que de lo acostumbrado esa noche y despertó cerca del mediodía, su amorosa abuela le hablo. 

-Ay hijo al fin te despertaste, ¿Como te sientes? 

-Estoy bien abuelita ¿Por que lo preguntas?

 -Te dormiste temprano ayer

 -No era tan temprano, además el trabajo ha sido pesado últimamente.

-Lo se hijo he visto las noticias.

-No creas todo lo que dicen solo les pagan por decir lo que les conviene a los altos mandos del país.

-Entonces ¿Tú conoces la verdad Hijo?, dijo su padre desde la habitación contigua. 

-No papá solo digo que no sean tan crédulos de lo que las noticias dicen. Respondió algo molesto. 

Se ducho y almorzó poco tiempo después se fue a su departamento, se sentía aun molesto por la platica de esa mañana, pocas cuadras antes de llegar a su departamento vio un espectacular sobre una ciudad de playa y sintió la necesidad de salir de esa ciudad que lo estaba atrapando, paso de largo el complejo residencial donde vivía y tomo la carretera, por primera vez en muchos años sintió como las emociones volvían a recorrer su sistema, no se sentía tan bien desde que hacia sus pininos en el área de finanzas. 

Al llegar a una gasolinera recordó los tiempos cuando todo era mas simple y el podía hacer este tipo de locuras, con sus amigos, recordaba la vez que se fue a una ciudad vecina a buscar a una chica que había conocido en una convención, sin mas ni mas tomo las llaves de su motocicleta y salió a la aventura, fue a su universidad y espero a que saliera, todo parecía ir bien en aquel entonces y era realmente feliz. 

Pero ahora todo era diferente el trabajo había absorbido su vida y no le quedaba tiempo para socializar ni siquiera para ocupar tiempo en esparcimiento individual, por eso al dejar atrás la ciudad y ver un panorama diferente sentía como si todo fuera desapareciendo, mientras mas lejos dejaba la urbanización la paz se apoderaba de el, al estar en la autopista su mente comenzó a aclararse todo parecía tener mas sentido, se reconecto con su auto volvía a sentir ese gusto por manejar y podía apreciar cada movimiento mecánico del auto y estar mas conectado con el, experimento sensaciones que no sentía hace mucho tiempo, el ocaso recién comenzaba cuando iba llegando a su destino, definitivamente era el cambio que necesitaba, al tener una hermosa puesta de sol a su disposición detuvo su vehículo en una playa casi desierta y observo este maravilloso espectáculo, se quito sus zapatos para sentir la arena en sus pies y la brisa marina que tocaba todo su cuerpo, hacia mucho tiempo que no se sentía tan bien. 

Al retomar su camino y buscar donde hospedarse encontró una casita muy rustica que ofrecía una renta por determinado número de días, toco a la puerta y fue recibido por un ancianito muy simpático que le mostró la propiedad, el lugar era mas que perfecto así que lo tomo, el amable Señor le dijo que estaría a sus ordenes y se retiro. 

Tomo un baño y mientras se disponía a descansar el golpe de la realidad regreso a el y sus preocupaciones volvieron a surgir tal vez estaba físicamente lejos de sus problemas pero la realidad era que estos le acompañaban siempre, su paz solo era momentánea y no podía zafarse de la preocupación, estuvo dando vueltas en la cama y finalmente el cansancio pudo mas que su mente y se quedo profundamente dormido. Los ratos del sol empezaron a llegar a la habitación y despertó desconcertado, tocaron a la puerta.

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